domingo, 31 de enero de 2010

INVICTUS

Más allá de la noche que me cubre


negra como el abismo insondable,


doy gracias a los dioses que pudieran existir


por mi alma invencible.


En las azarosas garras de las circunstancias


nunca me he lamentado ni he pestañeado.


Sometido a los golpes del destino


mi cabeza está ensangrentada, pero erguida.


Más allá de este lugar de cólera y lágrimas


donde yace el Horror de la Sombra,


la amenaza de los años


me encuentra, y me econtrará, sin miedo.


No importa cuán estrecho sea el portal,


cuán cargada de castigos la sentencia,


soy el amo de mi destino:


soy el capitán de mi alma.

1 comentario:

  1. QUE FUERTE PERO QUE INTERESANTE.LA VERDAD RUBÈN ME DÀ ARRANQUE Y FUERZA....BICOS.REYES

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